Sin duda, uno de los elementos de la civilización romana que más ha perdurado e influido en nuestra organización actual son las vías o calzadas. Éstas eran arterias de comunicación que permitían el traslado rápido, eficiente y seguro por tierra de productos de todo el imperio a las principales ciudades y, al mismo tiempo, de tropas, aumentando el control político y la seguridad.
Las calzadas romanas son obras de ingeniería sofisticadas y de primer nivel, y exigían un conocimiento elevado del paisaje, fundamental para elegir el mejor lugar para la comunicación. De hecho, muchas de las principales carreteras actuales discurren por las antiguas vías romanas.
Os propongo que veáis esta página web y este enlace de RTVE, además de este vídeo en el que se explica el complicado proceso de construcción de las vías romanas.
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