El Impresionismo de finales del siglo XIX supuso una revolución en la manera de entender la pintura y el oficio de pintor. A partir de centrar la atención en la cambiante luz de la naturaleza y los distintos efectos que ésta producía en los colores, los pintores se lanzaron, mochila y caballete en mano, a la captación de la luz por todo tipo de paisajes naturales y urbanos, incluso algunos interiores. La producción en masa de pintura en tubos permitió estos desplazamientos que exigían un trabajo rápido que atendiera más a las sensaciones captadas por pinceladas sueltas que a las tradicionales exigencias de rigor académico del dibujo y la composición matemática. El resultado fue una pintura rápida, moderna, suelta, libre, que cambió radicalmente la pintura.
El impresionismo fue un movimiento breve que acabó siendo superado por otras formas de pintar más atentas a lo esencial y duradero, pero sus propuestas siguen hoy vigentes de forma plena. Hoy en día la pintura impresionista es ampliamente practicada y tiene una enorme aceptación popular.
La referencia fundamental es la pintura impresionista francesa, fundamentalmente la podéis encontrar en:
Os dejo también algunos vídeos sobre los autores que entran en selectividad: Monet, Degas y Renoir.
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